viernes, 14 de diciembre de 2012

Opciones inclusivas


La semana pasada revisamos por qué el español, por sus convenciones sintácticas, no es un idioma sexista. Sin embargo, existen varias opciones para evitar cualquier ‘suspicacia’ y hacer que lo que escribimos sea incluyente y no afecte ni al idioma ni a los colectivos.

En muchos casos, es suficiente buscar el sustantivo que agrupe al femenino y al masculino de una colectividad.  Por ejemplo, en lugar de decir ‘las y los estudiantes’ podemos escribir ‘el estudiantado’ o ‘el alumnado’ o, en lugar de ‘las profesoras y los profesores’ es suficiente con ‘el profesorado’. Hay maneras de evitar los desagradables desdoblamientos, el más desagradable uso de la línea diagonal (los/as niños/as) y el todavía más desagradable uso de la arroba (l@s chic@s), que no es aceptable en el español bajo ninguna circunstancia.

No obstante, es más complicado cuando nos encontramos con casos en los que la construcción es deliberadamente machista como en ‘ella es quien lleva los pantalones’ o ‘se comportó como todo un hombre’. ¿Qué hacer cuando se nos presentan estas situaciones: escribir ‘él es quien lleva las faldas’ o ‘ella se comportó como una mujer’? Me parece que aquí se pueden buscar fórmulas neutras, como ‘ella es quien decide’ o ‘se comportó de acuerdo con la situación’.  O tal vez sea más útil buscar maneras más contundentes de expresar aquello que queremos comunicar.

Este asunto de si el lenguaje es o no machista genera varias complicaciones en muchos aspectos, porque, como vimos la semana pasada, se puede caer en situaciones que vayan contra la naturaleza del idioma, así como herir susceptibilidades o generar giros innecesarios. La solución está en buscar el justo medio, de todas maneras, el español es un idioma tan rico que, si nos tomamos el trabajo de explorarlo con más profundidad, nos va a dar las respuestas de forma natural, sin que tengamos que tergiversarlo.

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