martes, 28 de septiembre de 2010

Pero no ponga las comas (copiado y pegado)

Copio lo que escribí en una entrada de mayo de 2008.

Una de las reglas de oro del uso de la coma, aparte de las que hemos visto, es que no debe ponerse coma después de la conjunción adversativa pero, a menos que se trate de un inciso (como aquí).Es cada vez más frecuente encontrar interrogantes como esta: 'Pero, ¿usted no conoció a sus bisabuelos?', o frases de este estilo: 'Hoy no pude hacer el deber pero, lo haré mañana'. Esto suele suceder por el vicio que tenemos de trasladar a la lengua escrita las pausas que hacemos al hablar, pero no es lo correcto.Como mencioné arriba, la única razón por la que pero puede ir precedido de una coma es cuando luego de ella viene un inciso. Por ejemplo: 'Anoche estuve a punto de ir a tu casa, pero, al sentirme un poco enfermo, decidí quedarme en cama'. En este caso, como podemos ver, 'al sentirme un poco enfermo' es un inciso, sin el cual la oración se entiende perfectamente; la coma después de pero cumple la función, junto con la coma de cierre, de guardar el inciso, solo eso.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Solo

Copio un comentario de una lectora: "No prentendo ser pedante, pero creo que tú también tienes una que otra 'faltita', por ejemplo aquí: 'La verdad es que creo que SOLO lo entiende a administradora o quien lo haya escrito'. ¿No se supone que solo lleva tilde?". Pues respondo:

La palabra solo lleva tilde, en un principio, cuando equivale a solamente. Y no la lleva cuando equivale a soledad. Sin embargo, últimamente varias autoridades de nuestra lengua sugieren que ya no se tilde esta palabra sino únicamente cuando existe ambigüedad en su uso. Por ejemplo, si yo digo: "Fui solo a la fiesta", no entendemos si quien habla fue sin compañía o fue únicamente a la fiesta. En casos como estos, aún se tilda solo, si no hay ambigüedad, como el caso de mi entrada, no es necesario tildar. Copio a continuación lo que dice el DPD sobre este tema:

"La palabra solo puede ser un adjetivo: No me gusta el café solo; Vive el solo en esa gran mansión; o un adverbio: Solo nos llovió dos días; Contesta solo sí o no. Se trata de una palabra llana terminada en vocal, por lo cual, según las reglas generales de acentuación, no debe llevar tilde. Ahora bien, cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades: Estaré solo un mes (al no llevar tilde, solo se interpreta como adjetivo: 'en soledad, sin compañía'); Estaré sólo un mes (al llevar tilde, se interpreta como adverbio: 'solamente, únicamente'); también puede deshacerse la ambigüedad sustituyendo el adverbio solo por los sinónimos solamente o únicamente".

Espero que esto pueda solucionar la duda, de todas maneras si encuentran errores en el blog, avísenme. Gracias.

Sintaxis publicitaria

Ayer estaba comiendo unos deliciosos bocaditos de queso, de esos buenísimos que no aportan en nada a la dieta saludable. Mientras los comía, uno por uno, leía lo que decía en la funda: "Deliciosos bocaditos de maíz sabor a queso crocantes". Me imagino que los textos de las fundas no son lo más importante para los comerciantes, sino lo que está adentro, igual a nadie, o casi nadie, se le ocurrirá leer lo que dice en la envoltura.

Lo gracioso de esta frase es la sintaxis: "bocaditos de maíz con sabor a queso crocantes". Es obvio que algo no anda bien en el orden, pues ese 'crocantes' no modifica al queso, que es lo anterior, sino a los bocaditos. Entonces, el orden correcto hubiera sido: Bocaditos crocantes de maíz con sabor a queso. Así de simple y así de legible.

Otro caso que me llamó la atención de esta extraña sintaxis publicitaria es el de una conocida marca de productos capilares: "#1 Marca contra la caspa en el mundo". Me imagino que el extraño orden de esta frase surgió de la necesidad de resaltar ese #1, pero terminaron atacando a la pobre sintaxis que ni cabello tiene.

Bueno, me imagino que somos poquitos los locos que nos ponemos a leer las envolturas y los envases mientras los usamos, pero por estos pocos locos algún otro loco debería hacer algo.

Yo corrijo, tú no corriges

Estos meses he estado colaborando en una revista y mi labor principal ha sido la de corregir los artículos. Recientemente los editores me comentaron que mi trabajo en realidad no lleva más de quince minutos al día, es decir, tres o cuatro horas a la semana. No dejó de parecerme curioso y molesto este comentario, pero en el fondo lo entiendo porque el trabajo de los correctores no es de los más valorados en nuestro medio.

En primer lugar, existe la falsa creencia de que cualquiera puede ser corrector, es decir, solo basta con saber un poco de puntuación y ortografía, cuando en realidad no es así. Para ser corrector no basta solamente tener competencias sintácticas y ortográficas aceptables, además de sentido común, se necesita un profundo conocimiento del idioma para saber y entender cómo estructurar correctamente las oraciones y los textos.

Cuando la gente contrata correctores (me refiero a la mayoría, hay gente muy consciente de nuestra labor), piensa que estos solo van a tener que 'echarle un ojo' al texto y ya; el problema es que los textos casi nunca están escritos como para solo 'echarles un ojo'. El corrector debe estar muy atento a todos los errores, que si bien en algunos casos no son de ortografía o puntuación, sí son de manejo del idioma y de sintaxis. La gente común y corriente escribe como habla y al revisar sus textos piensa que todo está correcto porque los entiende. Pero no basta que uno entienda lo que escribe, es necesario que todos los que leen el texto entiendan lo que dice. Es aquí donde entramos los correctores: estamos ahí para estructurar los textos y darles un sentido. Y este trabajo, obviamente, no lleva quince minutos.

Creo que el problema básico de este malentendido es que pocas veces somos capaces de ponernos en los pies de los otros. Hay una tendencia a minimizar el trabajo de las otras personas porque no lo conocemos ni nos involucramos en los procesos. Decir que a un corrector le toma tres horas a la semana corregir una revista de ochenta páginas es como decir que a un editor le toma solo una hora publicar su revista. Ubiquémonos.

Realizar: el falso amigo de moda

Resulta que últimamente he escuchado mucho este verbo traducido del español al inglés con sentido literal. Es decir, frases como: "El equipo realizó que no había tiempo que perder" o "Ahora realizo que todo fue un error". Y lo que me pregunto, al oír este tipo de frases, es si al traductor le dio pereza de buscar en el diccionario, o si el traductor no es tal o si al medio en el que salen estas seudotraducciones le dio pereza de contratar un traductor. En fin.

Como sabemos, en las ciencias del lenguaje, un falso amigo es aquella palabra o expresión cuya escritura es parecida en varios idiomas pero cuyo significado es distinto. El caso de realizar es ese. Mientras que en español realizar significa ejecutar algo, en inglés to realize significa darse cuenta de algo. Entonces, como vemos la escritura es parecida y la traducción pareciera sencilla, pero en realidad requiere de conocimiento de los idiomas, pues el significado de estos verbos es totalmente distinto.