lunes, 31 de marzo de 2008

Los incisos

Para hablar sobre los incisos gramticales, me remito a la definición del DRAE sobre ellos:

inciso, sa.
(Del lat. incīsus).

1. adj. Dicho del estilo: cortado.
2. m. Gram. Expresión que se intercala en otra con autonomía gramatical para explicar algo relacionado con esta.

Como podemos ver, lo que hace que un inciso sea tal es su automía gramatical, es decir, por sí solo nos dice algo y no depende del resto de la oración ni la oración depende de él para tener un sentido completo.

Una de las características de los incisos es que van entre comas, que funcionan en la oración como la cajita que los guarda. Si retiramos de una oración todo lo que está dentro de esa cajita, la oración seguirá siendo perfectamente inteligible y podrá tener 'una vida normal', plena de significación. Veamos algunos ejemplos:

'El papa, Benedicto XVI, expresó su descontento con la situación del Tíbet'. El inciso, en este caso, es Benedicto XVI; si retiramos este elemento de la oración entendemos muy bien lo que se nos quiere decir, pues Benedicto XVI es el único papa que existe. Veamos: 'El Papa expresó su descontento con la situación del Tíbet', queda muy claro, ¿cierto?

En el caso de la oración anterior, tenemos un inciso que se refiere a un cargo único; por tanto, el lector entiende muy bien a quién nos referimos. Hay también incisos explicativos que añaden información a la oración, información que, al no ser tan relevante, puede ser guardada en la caja de las comas y obviada de la oración, así:

'El Cotopaxi, el volcán más alto desde el centro de la Tierra, se deshiela rápidamente'. En esta oración, el inciso 'el volcán más alto desde el centro de la Tierra' está dando una información extra sobre el Cotopaxi, sin embargo, es algo que puede ser obviado. Sin el inciso la oración se entiende muy bien: 'El Cotopaxi se deshiela rápidamente'.

Aquí hay otro ejemplo: 'La mayor de mis hermanas, Andrea, obtuvo la beca'. En este caso, el emisor está informando al receptor, mediante un inciso, algo que seguramente no sepa: que la mayor de sus hermanas se llama Andrea. Sin embargo, si retiramos de la oración lo que está entre comas, la oración tiene pleno sentido: 'La mayor de mis hermanas obtuvo la beca'.

En conclusión, son tres las características básicas de un inciso:
- Tienen autonomía dentro de la oración.
- Están 'guardados' entre comas.
- Añaden a la oración información que puede obviarse.

Si tomamos en cuenta estas tres condiciones para la existencia de los incisos, no nos resultará tan difícil distinguirlos y tratarlos como se debe.



jueves, 20 de marzo de 2008

Repito

Uno de los significados del prefijo re, quizá el principal, es el de repetición: cuando agregamos a un verbo el prefijo re queremos decir que estamos insistiendo en la acción del verbo, que esta acción ocurre una vez más.
Por lo anterior, porque el prefijo, por sí solo, ya significa repetición, no es necesario caer en pleonasmos como: vuelvo a reempezar, vuelvo a reingresar, vuelvo a reconsiderar. Si decimos reempezar, reingresar o reconsiderar, ya está implícito el hecho de que hemos vuelto a empezar, a ingresar o a considerar, no es necesario repetir ideas.

lunes, 10 de marzo de 2008

Palabras transeúntes

Mediante la lista Infoeditexto me llegó este enlace, que pareció superinteresante y aquí comparto con ustedes. Uno de los planteamientos que más me llama la atención es este:

"Entonces, ¿cuándo sabemos que una palabra forma parte del idioma castellano?
¡Buena pregunta! Sencillamente cuando nos consta que el término forma parte del léxico común de una parte importante de los hablantes a los que va destinado el mensaje y, aunque su etimología fuese evidentemente foránea, no hay una palabra enraizada que represente fielmente el mismo concepto. Pero que figure o no en los diccionarios que consultamos puede ser únicamente una cuestión de tiempo y éxito vital del vocablo".

Cuántas veces nos ha pasado que dejamos de lado una palabra por el simple hecho de que no consta en el DRAE, nuestra principal obra de referencia, ni en ningún diccionario regional, sin embargo, en la calle es ampliamente utilizada y entendida. Ojo que el hecho de que una palabra sea usada en la calle y entendida por todos los hablantes de la región pero no conste en los diccionarios oficiales no quiere decir que no exista o que no deba usarse.

Como bien podemos leer en el artículo, y coincido ampliamente, se necesitan años y un proceso para que la palabra (el neologismo) conste en las obras oficiales. Pero pasa casi siempre que cuando al fin la palabra ha sido asumida como vocablo español por las instituciones normativas, ya ha andado por la calle, se ha paseado de boca en boca y forma parte, como un viejo pariente, de ese léxico que los diccionarios no han alcanzado a reunir.

Tal como lo ha hecho Miguel Román en su sitio, anotaré aquí algunas palabras que hace mucho tiempo se usan en Ecuador pero que no constan en los diccionarios oficiales:

biela.
Si bien esta palabra no consta ni en los diccionarios académicos ni en los de ecuatorianismos, es muy utilizada en el Ecuador, sobre todo en el lenguaje coloquial y juvenil, para referirse a la cerveza.
Probablemente, biela se originó por la contracción de la expresión ‘bien helada’, pues la característica de una buena cerveza es que esté bastante fría. Incluso, en Ecuador, hubo hace algún tiempo una marca de cerveza llamada Biela y se escogió esta palabra precisamente por lo conocida y usada que es en todas las regiones del país.

bombero.
Aparte de la acepciones que tiene esta palabra en el español estándar, en Ecuador, en el habla coloquial, sobre todo en el campo de la educación, bombero se refiere a la nota menor a la requerida para superar con éxito el año lectivo.
Pese a que esta acepción de bombero no consta en los diccionarios de ecuatorianismos, la palabra es muy utilizada en el país. Este término surgió porque antes en las libretas de notas, las calificaciones menores a 10 se escribían con tinta roja, color de la vestimenta de los miembros del Cuerpo de Bomberos.

chaucha.
En Ecuador, especialmente en la Sierra, se llama chaucha a los trabajos ocasionales que aportan una remuneración extra. Esta palabra consta en el DRAE con otros significados, que se utilizan en la zona austral de América, entre ellos como moneda de baja denominación o poca cantidad de dinero. Estas acepciones también son conocidas y usadas en Ecuador, de ahí viene la palabra chauchera, como se conoce al portamonedas.
Volviendo a chaucha, en su acepción de trabajo ocasional, no se encuentra en los diccionarios de ecuatorianismos, pero este término es bastante utilizado en la Sierra ecuatoriana. En la Costa se conoce al trabajo ocasional como cachuelo.

guachito
Esta palabra, que se utiliza en nuestro país para referirse a la fracción de billete de lotería, tiene origen en el quichua huacchu, que significa ‘huérfano’. ‘solitario’. Esta palabra quichua (huacchu) pasó al español como ‘guacho’, que en varias regiones hispanohablantes hace referencia, según el DRAE, a ‘cría que ha perdido su madre’, ‘planta que nace sin ser sembrada’, ‘hijo de madre soltera’.
El uso del diminutivo guachito, como fracción del billete de lotería, se extiende, además de a todas las regiones del Ecuador, al vecino Perú.

wincha.
Esta palabra es utilizada en Ecuador para referirse al camión con remolque o con una grúa que transporta de un lugar a otro a vehículos dañados. Pese a que este término no consta en los diccionarios de la Real Academia Española ni en los de ecuatorianismos, es bastante utilizado en todas las regiones de Ecuador. La palabra wincha es incluso más usada en nuestro país que grúa, como se llama a este camión en el español estándar.

Como estas hay muchas más palabras que se escuchan en la calle y que merecen nuestra atención, pues forman parte de nuestro lenguaje cotidiano sin ser vulgarismos ni palabras malsonantes.

miércoles, 5 de marzo de 2008

La pareja perfecta

Imaginemos: sujeto y predicado se conocieron, desde un principio la conexión fue precisa, el uno complementaba al otro de manera armoniosa, tanto así que sin el uno la vida del otro carecía de sentido. Ambos formaban la pareja perfecta: la oración, hasta que un día llegó doña coma a boicotear toda esa felicidad.

Pues sí, puede parecer el comienzo de un mal cuento, pero suele suceder. Quizá el error más común que se comete en puntuación es este: el de la coma impertinente que arruina la conexión entre el sujeto y el predicado de la oración. Bien sabemos, porque nos lo han repetido toda la vida, que la coma no separa al sujeto del predicado.

Veamos este par de oraciones que acabo de encontrar en una propuesta curricular (resalto la coma): 'Las propuestas metodológicas seleccionadas por el docente de Comunicación y Lenguaje, inciden en los procesos cognitivos que los alumnos realizan.' y 'Toda secuencia de acciones orientadas a conseguir un determinado objetivo, requiere dinamizar procesos de pensamiento'.

Ambas oraciones tienen el mismo error: la coma que separa al protagonista de la oración (el sujeto) de lo que se dice de él (predicado). La coma no equivale a las pausas respiratorias, quizá la equivocación radique en pensar eso, precisamente, que se la debe poner cada vez que quien escribe la oración se toma un tiempo para respirar o para pensar en qué es lo que vamos a decir de nuestro sujeto.

No separemos a la pareja perfecta: que siempre haya parejas maravillosas, donde uno complemente al otro, sin que un tercero se interponga en el camino y lo arruine todo.

lunes, 3 de marzo de 2008

¿Marzo es algo más que un mes?


La respuesta es no. Marzo era dedicado al dios Marte, dios romano de la Guerra, y también el primer mes de los romanos, por ser el de la primavera, el del renacimiento. ¿A qué viene todo esto? A que siempre nos encontramos redundancias que nos hablan del mes de marzo, del día lunes...

Los doce meses del año no son mas que eso, meses, por eso no es necesario decir el mes de marzo, si con marzo ya es suficiente. Los días de la semana, de igual manera, son solo los días de la semana, por tanto estamos repitiendo las ideas si nos referimos al día lunes en lugar de únicamente al lunes.

Que este lunes de marzo sea, de verdad, un buen inicio de semana...


El dios Marte, de Velázquez

Un recomendado


Buscando en Internet, me encontré con esta dirección, que tiene varias páginas completas de uno de mis libros de cabecera: 'Español correcto', de Fernando Ávila. Esta es una obra editada por Norma, dentro de la serie para dummies.

Lo que me gusta de 'Español correcto' es que tiene explicaciones muy claras y amenas de varios temas gramaticales, muchos de ellos enfocados en los usos del español en América. Es un libro de consulta que vale la pena comprar y consultar permanentemente.