miércoles, 5 de marzo de 2008

La pareja perfecta

Imaginemos: sujeto y predicado se conocieron, desde un principio la conexión fue precisa, el uno complementaba al otro de manera armoniosa, tanto así que sin el uno la vida del otro carecía de sentido. Ambos formaban la pareja perfecta: la oración, hasta que un día llegó doña coma a boicotear toda esa felicidad.

Pues sí, puede parecer el comienzo de un mal cuento, pero suele suceder. Quizá el error más común que se comete en puntuación es este: el de la coma impertinente que arruina la conexión entre el sujeto y el predicado de la oración. Bien sabemos, porque nos lo han repetido toda la vida, que la coma no separa al sujeto del predicado.

Veamos este par de oraciones que acabo de encontrar en una propuesta curricular (resalto la coma): 'Las propuestas metodológicas seleccionadas por el docente de Comunicación y Lenguaje, inciden en los procesos cognitivos que los alumnos realizan.' y 'Toda secuencia de acciones orientadas a conseguir un determinado objetivo, requiere dinamizar procesos de pensamiento'.

Ambas oraciones tienen el mismo error: la coma que separa al protagonista de la oración (el sujeto) de lo que se dice de él (predicado). La coma no equivale a las pausas respiratorias, quizá la equivocación radique en pensar eso, precisamente, que se la debe poner cada vez que quien escribe la oración se toma un tiempo para respirar o para pensar en qué es lo que vamos a decir de nuestro sujeto.

No separemos a la pareja perfecta: que siempre haya parejas maravillosas, donde uno complemente al otro, sin que un tercero se interponga en el camino y lo arruine todo.

2 comentarios:

EDUARDO BARAHONA dijo...

Pues ahora me comprometo a no ser el causante del divorcio del sujeto y predicado, a veces usamos las comas por vicio y adicción más que por utilidad. Ups, acabo de pones una coma,creo que soy adicto a las comas.
Saludos,
EDU

PabloB dijo...

Hola pili..super buena la aclaracion.. yo tambien pensaba que era esto del ritmo respiratorio.. ya veo que no, ahora yo soy adicto a los puntos suspensivos.. Y alguna vez incluso le ensene a un extranjero que las comas se ponen al hacer pausa, o sea que falta de glamour...
un abrazoooo