viernes, 14 de diciembre de 2012

La doble cara de los participios


El participio es una de forma impersonal de los verbos, junto con el gerundio y el infinitivo. El hecho de ser formas impersonales implica que solos no denotan una acción: precisan de un verbo auxiliar para tener características de tiempo, número y persona. Entonces, si digo ‘comido’ no expreso un sentido completo, pero si aumento un verbo auxiliar a ese participio: ‘he comido’, doy sentido a la expresión al indicar que quien ejecuta la acción es la primera persona del singular en tiempo presente.

Sin embargo, como el dios de las palabras es tan sabio, encargó a las formas impersonales otras funciones. El gerundio también es adverbio; el infinitivo es sustantivo,  y el participio,  adjetivo. Al funcionar como adjetivo, puede variar en género y número, por ejemplo: ‘mi viaje soñado’ o ‘mis vacaciones soñadas’. Hasta aquí todo bien, pues sabemos que los participios regulares terminan en –ado  o en –ido. El ‘inconveniente’ surge en verbos con doble participio, uno regular y otro irregular, este es el caso de imprimir (imprimido o impreso) o de elegir (elegido o electo).

La regla general indica que cuando un verbo cuenta con dos participios, el regular se usa en perífrasis verbales y el irregular funciona como adjetivo. Por ejemplo: ‘Había imprimido dos veces el texto’ y ‘Les entregó el texto impreso’. O también: ‘El presidente fue elegido ayer’ y ‘Vino el alcalde electo’. Para recordar esta regla podemos referirnos a otros verbos como despertar (despertado y despierto), en los que no podemos usar el participio irregular en perífrasis verbales, así, no es posible decir: ‘Me he despierto’ ni ‘Es una niña muy despertada’. No obstante, en el caso de imprimir, la RAE admite el uso de los dos participios en perífrasis, se puede decir ‘He imprimido el documento’ o ‘He impreso el documento’.

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