martes, 25 de septiembre de 2018

La diversidad en los géneros académicos


Cuando nos desenvolvemos en el ámbito académico, debemos manejar varios géneros textuales, incluso porque una misma investigación puede originar varios tipos de trabajos, destinados a diversos públicos. Mijail Bajtin, en Estética de la creación verbal, menciona que los géneros son tipos de enunciados que cuentan con rasgos estables; en estos, la información está distribuida de manera similar, por eso los reconocemos. Por ejemplo, en el ámbito académico podemos encontrar diversos géneros: el resumen, el ensayo, la monografía, la tesis, la ponencia, el póster, etc. Cada uno de estos cuenta con particularidades que los diferencian del resto, y quien está inmerso en la academia debe aprender a desenvolverse competentemente en los diversos géneros.

Como dije antes, de una misma investigación académica pueden desprenderse varios géneros. Podemos presentar los avances de ella en una ponencia, escribir una tesis, convertirla en un libro, entregarla como un artículo en una revista indexada, enviar el resumen para un congreso, o incluso salirnos del ámbito académico y preparar un texto para un medio de divulgación. Pero ¿cómo logramos que esta misma investigación se adapte a los diversos géneros? En primer lugar, debemos tener claro cuál es el género en el que vamos a trabajar y cuáles son las particularidades de este. Por ejemplo, un resumen para un congreso no suele tener más de 200 palabras, y en este corto espacio deben condensarse los puntos principales de la investigación, como los antecedentes, objetivos y resultados, además de palabras claves que ayuden a ubicar el resumen dentro de un eje temático. En este género es indispensable que las ideas sean concisas y claras, para que condensen la idea de la investigación.

Cuando queremos convertir este resumen en un nuevo género, como un artículo o una ponencia, deben considerarse otras particularidades. En el artículo debemos tener muy en cuenta el tipo de revista para la que escribimos, su orientación, el tipo de público al que se dirige, el tipo de pares que evaluarán el texto, los índices en los que aparece, etc. En este género es indispensable contar con un marco teórico contundente, una pregunta de investigación novedosa y resultados claros. Estos últimos suelen ser lo más importante. En el género ponencia, en cambio, se debe tener en cuenta el tiempo limitado que tendremos para leerla, que suele ser de 15 a 20 minutos. Esta debe condensar los resultados de nuestro trabajo. Muchas veces se preparan ponencias tan largas, que en el momento de exponer los resultados se cuenta ya con muy poco tiempo y no se los expone adecuadamente.

En muchas ocasiones, las ponencias o los artículos son parte de investigaciones más largas como tesis de maestría o doctorado, o trabajos posdoctorales. En estos, si bien hay mucho más espacio para exponer el marco teórico, las preguntas, las propuestas, los resultados y las conclusiones, es importante ser claros y concisos y, sobre todo, muy rigurosos. En el caso de estos géneros académicos, cuyo objetivo (aparte de demostrar los avances de la investigación) es obtener un título, es necesario condensar los saberes aprendidos durante el ciclo académico y demostrar probidad en el campo elegido. Como vemos, dentro de un mismo campo podemos tener muchas opciones de géneros, lo importante es reconocer sus particularidades, y ser originales, claros y minuciosos al presentar nuestros resultados.

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