domingo, 2 de septiembre de 2012

Palabras 'clandestinas'


A menudo, solemos encontrar palabras que no constan en los diccionarios estándares del español y tendemos a pensar que el hecho de que no consten en estos textos (sobre todo DRAE) significa que no deben usarse en el español.

Sin embargo, el proceso para que una palabra entre en un diccionario como el DRAE es largo: debe demostrar que un grupo representativo la usa, que consta en textos de autoridades y someterse a la burocracia académica, que muchas veces la ignora sin más. Así, muchas palabras caminan clandestinamente, tanto que ya van de boca en boca, en el lenguaje común de la gente que no sabe nada de este largo proceso.

En la variante ecuatoriana del español tenemos varias de estas palabras, que son aceptadas como viejos amigos en el lenguaje común. Una de ellas es chuchaqui, que no consta en el DRAE pero ha sido sentido por la mayoría de los ecuatorianos (aunque sea en su variante ‘moral’).  La etimología de esta palabra es desconocida, pero se presume que viene del quichua, pues chaqui significa pie. Y, hablando de pies, ¿quién no ha atravesado un chaquiñán para acortar camino? Pues chaquiñán es otra palabra que no consta en el DRAE y que también procede del quichua: chaqui (pie) y ñan (camino).

Del quichua también viene huasipichay (huasi –casa– y pichay –limpieza), la reunión que se suele hacer para estrenar una casa. Tenemos, asimismo, al verbo muchar (de muchana: besar), y chimbador (de chimbana: cruzar, atravesar). En fin, estos son solo ejemplos de palabras muy usadas en nuestro país (sobre todo en la Sierra), y que están vivitas y coleando aunque los diccionarios oficiales las ignoren; la semana que viene veremos más.

Pueden leer esta columna en Cartón Piedra.

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