lunes, 18 de junio de 2012

'Gerundiando'


Si tuviera que hacer un ‘top 10’ de los errores más frecuentes que se cometen en el español, seguramente el mal uso del gerundio estaría en la lista. Como sabemos, el gerundio es una de las formas impersonales de los verbos (junto con el infinitivo y el participio); esto quiere decir que carece de las características de un verbo conjugado: tiempo, número y persona, y siempre necesitará de un verbo principal para denotar una acción. Como el dios de las palabras le quitó su capacidad de conjugarse con todas las de ley, le dio otra función en la vida: la de adverbio, es decir, modificar a un verbo.

Como la función del gerundio es la de modificar a otros verbos, no puede cumplir otro papel. Es aquí donde surge el principal problema con el gerundio: en diversas ocasiones se lo utiliza para modificar un sustantivo. Son comunes, sobre todo en los medios de comunicación, frases como: ‘Encontraron una bodega guardando una tonelada de droga’, ‘Detuvieron a un barco transportando varios emigrantes’. En estos casos, los gerundios guardando y transportando no cumplen su función de adverbios, sino que juntan con el sustantivo como una mala amistad. Lo correcto es estos casos es usar el relativo que y eliminar el gerundio: ‘una bodega que guardaba’ y ‘un barco que transportaba’. Los únicos casos en los que el dios de las palabras permite usar gerundio para modificar a un sustantivo son ardiendo e hirviendo (palo ardiendo o agua hirviendo, por ejemplo).

Este no es el único caso del mal uso del gerundio, hay otro más, pero el espacio es corto para hablar sobre él, así que lo haré la próxima semana. Por lo pronto, recuerde: el gerundio es un adverbio y esa es la función que debe cumplir. Aunque malograr el gerundio no mate a nadie, usarlo para modificar un sustantivo es casi tan letal como que yo entrara a un quirófano a hacer una operación de corazón abierto.

Pueden encontrar esta columna en CartónPiedra

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