lunes, 11 de febrero de 2013

Topónimos y mayúsculas



Los topónimos son aquellas palabras que se refieren a los nombres propios de un lugar, y, como tales, deben escribirse con mayúscula inicial. No obstante, hay algunas cuestiones que debemos tomar en cuenta para no escribir mayúscula donde no corresponde.

En primer lugar, recordemos que solo se escriben con mayúscula inicial aquellas palabras que forman parte del nombre propio, como Ecuador, Río de Janeiro, Nueva Loja; pero no llevan mayúscula las palabras genéricas, como ciudad de Quito, puerto de Manta o isla Isabela. En estos casos, es recomendable buscar información oficial acerca de los nombres de los lugares, pues solo en ciertas ocasiones el nombre genérico o el artículo son parte del nombre (como en el caso de El Oro o La Habana). Muchas veces, cuando el genérico o el artículo no son parte del nombre propio, se los puede obviar al referirse al lugar, así, como islas no es parte del nombre de las Galápagos, podemos obviarla y referirnos al archipiélago así: ‘las Galápagos’. Lo mismo sucede con los ríos como el Amazonas o el Machángara, pero no podemos obviar la palabra al referirnos a Río de la Plata (no decimos ‘el de la Plata’).

En algunas ocasiones, el genérico se refiere por antonomasia a un lugar, en este caso sí se escribe con mayúscula el sustantivo. Por ejemplo, como menciona, la RAE, Cordillera (por los Andes) o el Golfo (por el de México). También hay casos que la RAE llama ‘alternativas estilísticas’, que son apelativos para denominar a un lugar en reemplazo de su nombre propio; cuando sucede esto, los nombres deben escribirse con mayúscula. Por ejemplo: la Carita de Dios (por Quito) o la Perla del Pacífico (por Guayaquil).  Como vemos, muchas veces el uso de la mayúscula en los topónimos solo es cuestión de sentido común y, si se tiene dudas, de una adecuada investigación.

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