lunes, 20 de octubre de 2008

De aquí y de allá

En Ecuador, desde hace algunos años, se ha vuelto bastante más común de lo normal la migración a España. No voy a hablar sobre cuestiones sociopolíticas respecto a este tema, sino más bien de lo curioso que resulta cómo el léxico de la variante española de nuestro idioma se va incorporando a nuestra variante ecuatoriana, y viceversa.

Recuerdo que cuando estudié mi maestría en España me parecía muy extraño aquello del piso. Para los españoles el piso es, fundamentalmente, lo que para nosotros es un departamento: es decir, la vivienda compuesta de varios dormitorios, una sala (para ellos salón), un comedor, una cocina, un baño... que está en un solo nivel.

Nuestro piso, en cambio (Pavimento natural o artificial de las habitaciones, calles, caminos, etc., según el DRAE), es más conocido por ellos como suelo. Es cierto que allá, en ultramar, también le dicen piso al suelo, pero nosotros cuando hablamos de piso, sabemos a cuál nos referimos.

Me parecía extraño también ese uso de teléfono móvil, por lo que aquí en América decimos mayoritariamente celular. Aunque en realidad el uso de móvil me parece mucho más preciso que el nuestro para nombrar al teléfono portátil. Los italianos le dicen 'telefonino', que también me parece una manera preciosa para referirse a ese teléfono chiquito.

Otra de las palabras que me parecía muy extraña era la de la fregona, que es ese instrumento de limpieza que tiene tiritas que permiten limpiar el suelo sin tener que agacharse ni perder el glamur. En Ecuador este utensilio se llama trapeador, porque es el que sirve para trapear los pisos (los españoles dirían que la fregona les sirve para fregar los suelos).

El de coche también solía parecerme un uso curioso, en Ecuador lo llamamos carro. En el lenguaje estándar se lo conoce como auto.

Funda era de esas palabras que sonaban a chino cuando la mencionaba en España, donde dicen bolsa a esos recipientes donde guardamos las cosas y las trasladamos.

Hablando de bolsas, para nosotros un bolso es una cartera grande, una cartera es un objeto que usamos sobre todo las mujeres para llevar todas nuestras cosas. En España, una cartera es el recipiente donde ser guardan el dinero y los documentos, lo que nosotros llamamos billetera.

Como estas que he nombrado, hay muchas palabras que significan cosas distintas aquí o allá y que no por eso dejan de ser válidas a ambos lados del océano. Me resultaba curioso el esfuerzo que hacían ciertos compatriotas por adaptarse de urgencia al léxico español (me refiero a la variante) y lo poco flexibles que eran ciertos españoles frente a las variantes de los diversos grupos de americanos que llegaban a su patria.

Lo rico del español es precisamente su amplitud, el hecho de que tenga tantas palabras aquí y allá para referirse a una sola cosa, lo delicioso que resulta aprender una nueva expresión o una nueva acepción y para eso debemos estar abiertos, el menos tomando en cuenta que no es un idioma propio de nadie, sino de todos quienes lo hablamos y lo amamos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que te faltó un punto a parte en lugar de una coma en la unión de las dos frases que rezan de la siguiente forma: "Hablando de bolsas, para nosotros un bolso es una cartera grande, una cartera es un objeto que usamos sobre todo las mujeres para llevar todas nuestras cosas.".

Saludos.

María del Pilar Cobo dijo...

Anónimo
A mí me parece que la coma está bien puesta, es una enumeración. Por otro lado, es punto aparte y no a parte. Un abrazo y gracias por leerme.

Carlos Vigo dijo...

Hola María del Pilar. ¿Te puedo llamar Maripili :)?
Yo soy de Perú y quería decirte que al parecer usamos la misma selección de palabras, así por ejemplo basándonos en este artículo tenemos que: piso, celular, trapeador, carro, bolso, cartera significan exactemente lo mismo tanto en Ecuador como en Perú (tenemos mucho en común).
Saludos.
Carlos