Muchas veces solemos encontrar palabras que nos hacen dudar
en cuanto al género que deben tener: ¿la chance o el chance?, ¿el maratón o la
maratón?, ¿el pijama o la pijama? Todas estas palabras son sustantivos ambiguos
en cuanto al género, esto quiere decir que, dependiendo de las preferencias del
hablante, pueden ser masculinos o femeninos.
Entonces, es correcto decir la chance el chance, la maratón o el
maratón, el pijama o la pijama (también puede escribirse ‘piyama’).
Los diccionarios registran a la mayoría de estas palabras
bajo la marca de ‘amb.’, esto quiere decir que son ambiguas. Hay otros casos,
como el de maratón o pijama, que están registrados bajo el género masculino,
sin embargo, se explica que pueden ser usados también como femenino (u.t.c.f.).
Debido a que estas palabras pueden usarse en ambos géneros sin que cambie su
significado, es muy importante tomar en cuenta que todos los determinantes
deberán llevar el género que se haya escogido. Por ejemplo, no podemos decir
‘el azúcar morena’, pues tanto el artículo como el adjetivo deben tener el
mismo género (entonces, ‘el azúcar moreno’ o ‘la azúcar morena’).
Por otro lado, hay palabras que también son ambiguas, como
mar, en las que ciertas expresiones determinan el género que debe llevar; por
ejemplo, no podemos decir ‘la mar Cantábrico’, pues, al ser Cantábrico
masculino, el sustantivo mar debe ser masculino (‘el mar Cantábrico’). No
obstante, hay expresiones en las que se ha impuesto el uso femenino, como ‘alta
mar’ o ‘hacerse a la mar’. Además, en el
caso del plural, mares, será siempre masculino.
También hay casos en los que la ambigüedad está determinada
por la situación geográfica del hablante, como sucede con el caso de pijama: en
ciertos países es el estándar ‘el pijama’, mientras en otros lo es ‘la pijama’.
Sucede lo mismo con biquini: la biquini o el biquini. Otros ejemplos de
sustantivos ambiguos en cuanto al género son arte (que suele usarse en femenino
cuando es plural: las artes), interrogante, dote, canal, armazón, casete, radio
(cuando se refiere al aparato), margen, entre otras.
Para terminar, no hay que confundir estos sustantivos
ambiguos en cuanto al género con ciertos sustantivos polisémicos en los que el
género determina el significado, por ejemplo, cura o cólera. En estos casos, la
cura se refiere a la curación de una enfermedad y el cura es la manera
coloquial de referirse a un sacerdote. Asimismo, la cólera es sinónimo de ira y
el cólera es una enfermedad. De todas maneras, el idioma es tan rico que
siempre nos dará las respuestas, y, si hay dudas, no hay mejor solución que
recurrir al diccionario.
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