lunes, 2 de julio de 2012

Comodines que arruinan la partida


Una palabra ‘comodín’ es aquella que se utiliza para rellenar espacios que podrían ocupar palabras más precisas. Los verbos ‘comodines’ a los que más se recurre son hacer, realizar, poner y dar, pues caben en casi todas las situaciones; sin embargo, les quitan espacio a verbos mucho más útiles y cuyo uso es más preciso en el contexto.

El español es un idioma riquísimo, ya lo sabemos, pero a veces parece que sintiéramos pereza de recurrir a esa riqueza léxica de la que disponemos. Por ejemplo, hacer y realizar generalmente acompañan a sustantivos en cuya familia cuentan con un verbo. Así, en lugar de ‘realizar un recorrido’, contamos con ‘recorrer’, o de ‘hacer una evaluación’ podemos simplemente ‘evaluar’.  Otros casos son: ‘hacer un análisis’ (analizar), ‘realizar una cotización’ (cotizar), ‘hacer una prueba’ (probar), `realizar una investigación’ (investigar), ‘hacer el esfuerzo’ (esforzarse), etc.

Poner también es un verbo de fácil uso, por lo tanto, se lo ubica en cualquier lugar donde falte un verbo. Ponemos todo, y en todas partes. Por ejemplo, nos ponemos rojos, en lugar de sonrojarnos; ponemos un texto entre comillas, cuando podemos entrecomillarlo, o nos ponemos perfume aunque perfumarnos sea suficiente. El caso de dar es parecido a los anteriores. Podemos observar casos como ‘dar las gracias’ (agradecer), ‘dar la bendición’ (bendecir), ‘dar una sorpresa’ (sorprender), ‘dar un regalo’ (regalar), etc.

Eliminar estos verbos ‘comodines’, además de demostrar nuestra riqueza léxica, contribuye al principio de economía lingüística. Es decir, mientras más ahorramos, más nos enriquecemos. La verdadera riqueza no radica en cuánto ostentemos, sino en la sencillez con que usemos aquello de lo que disponemos. Un gran amigo que ayuda a ahorrar es el diccionario, nunca nos negará un préstamo, así que recurramos a él cuando nos falte la palabra precisa.

Pueden encontrar esta columna en Cartón Piedra

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